Mi entorno es bastante igualitario. Las parejas de amigos y amigas se reparten las tareas y no parece que uno esté por encima del otro en decisiones. Aunque es verdad, que en algunas ocasiones, los hombres se quedan sentados cuando hay que recoger la mesa, pero son casos aislados y por esa misma razón chocan tanto.
Hemos avanzado en cuando al reparto de tareas. En mi casa, mi hermano no movía un dedo y era mi hermana la que tenía que hacerlo todo (por suerte yo era pequeña). Ahora se ha espabilado, en su casa, porque cuando estamos en familia, vuelve a no hacer nada.
Pero se vuelven a repetir estereotipos de género, una y otra vez, en cuanto a los regalos, a las actividades extraescolares y a la manera que tiene la gente de dirigirse a los niños. A ellas se les habla como si les faltara un hervor y a ellos como machotes fortachones.
Y lo que me ha llamado soberanamente la atención, es el poco o nulo uso que se hace del lenguaje inclusivo. El otro día, la mayoría de mis amigos, se reía de la gente que usa"chicos y chicas", "trabajadores y trabajadoras"...les parecía un rollo, es gastar demasiada saliva. Y yo les decía, si no se nombra no existe, pero ellos decían que era un atraso y que no lo pensaban hacer...en fin.
Y cuando constaté que efectivamente hay que nombrar el género femenino? cuando en una conversación con mi hija, que debía tener 5 años, le dije, algo así como "y han venido todos los niños'" y ella me dijo: "mamá, los niños y las niñas, que Clara y yo también hemos venido".
Ella no estaba representada y tenía toda la razón!
#EducaIguales
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